Luz Benavente: Creación pandémica

Desde su casa-taller, con el paisaje cordillerano como telón de fondo, Luz se mueve a sus anchas. Tiene las manos manchadas, el pelo oscuro recogido, los ojos de gato. Y en su mano un pincel, como si fuera una extensión de su propio cuerpo. La pandemia la desafió al máximo, la hizo salir de su zona de confort, a usar todo tipo de materiales, y reformular su paleta colorida por tonos más opacos, fuertes y contrastantes que hoy dan vida a su próxima exposición: A escala humana.

Por Macarena Ríos R./ Fotografías gentileza entrevistada.

“El arte siempre estuvo en mi vida. Mi abuela materna (Luz Llona) era pintora y fue un referente absoluto. Desde muy chica estuve ligada a pinceles, óleos y gres. Y cuando salí de la universidad lo único que tenía claro era que no quería ser diseñadora, sino pintora”.

Y así fue. Su paso fugaz por arquitectura y más adelante por paisajismo, definirían categóricamente los cimientos de su estructura como artista. “A pesar de haber estudiado solo un par de años arquitectura, me marcó mucho. Junto con el paisajismo, están muy presentes en mi lenguaje, en las composiciones, en el manejo del color y del espacio. Siento que pinto naturaleza arquitectónica. Ambas disciplinas me sirvieron mucho para ser lo que soy ahora”.

En este camino ligado al arte, tuvo clases con Arturo Duclos, Alejandra Wolf y Pablo Langlois. Pero dice que si tuviera que destacar a uno por sobre todos los demás sería a Eugenio Dittborn. “Todo lo que sé, todo lo que recuerdo, todo lo que pongo en práctica es gracias a él. El me marcó mucho, me hizo salir por la puerta de atrás de mi pintura, me hizo explorar, cuestionarme y valoro enormemente el cambio que produjo en mí”.

¿Cuál es tu sello?
El color, soy muy colorista, me preocupa mucho que mis pinturas sean alegres, creo que el arte tiene ese rol en la sociedad: el de aportar alegría y hacer los espacios más lindos y confortables.

¿Cómo enfrentas un lienzo en blanco?
Lo miro durante mucho rato, casi como en un acto meditativo, de contemplación. De a poco voy sintiendo lo que quiere decir y a imaginarme lo que lleva dentro y lo voy pintando en capas y también en días, porque es un proceso largo. De a poco van apareciendo las figuras, los colores y la tela va tomando cuerpo.

¿Qué te inspira?
Lo más inspirador, por lejos, es la naturaleza, los cambios de estaciones, de colores, la descomposición de la luz, los reflejos. También me inspiran mucho mis hijos, sus conversaciones y el urbanismo de la ciudad.

¿Cuándo sientes que una obra está lista?
Es un estado un poco indescriptible y muy personal. Puedes estar pintando durante horas y, de repente, sientes que no entra ni una pincelada más; que cualquier trazo extra se va a transformar en un estorbo y hará ruido dentro de la composición.

Aunque tiene una fijación con los colores, dice que ahora está pasando por una etapa bastante monocromática y que sigue pintando árboles, aunque la gente no los vea por culpa de la abstracción a la que los somete. Si me preguntas conscientemente qué pinto, pinto naturaleza y árboles, aunque la gente no los vea.

A ESCALA HUMANA

Extrovertida y de personalidad potente, Luz no pasa desapercibida, igual que sus obras. La pandemia la llevó a usar todo tipo elementos. Pasta de dientes, retazos de madera, diarios, cartones, todo lo que tuviera a mano y pudiera reciclar se transformó en la base que dio vida a esta, su próxima exposición, que inaugurará el 5 de octubre en la galería capitalina La Sala.

¿Qué sientes cuando expones?
Exponer para mí es lo máximo. Te obliga a trabajar bajo presión, te obliga a ponerte una meta y a mostrar algo diferente. Exponer te desafía, siento que te lleva a una zona de estrés y adrenalina. Me encanta mostrar en lo que estoy.

¿A qué artistas admiras?
A todos. Siento que levantarse a pintar todos los días es difícil, es un trabajo. El otro día estaba leyendo un libro de Lynch que me hizo mucho sentido y que decía que el poder pintar durante una hora implicaba cuatro horas de construcción y destrucción. Ese es un proceso enorme que el público no ve.

¿Cómo ves el circuito artístico?
La pandemia aportó un grado de estrés, encierro y estrechez de recursos que produjo mucha creatividad y un remezón artístico genial. Actualmente se están viendo muchas exposiciones en Chile y el mundo producto de la pandemia que son interesantísimas.