Alejandra Kopaitic: Corazón verde

cofundadora @vayaconsumismo

Apasionada por la educación socioambiental y con una gran vocación por el servicio público, Alejandra Kopaitic se propuso visibilizar la crisis climática y ecológica y motivar a las personas a cuestionar sus hábitos, para vivir de manera más sustentable. Así fundó @vayaconsumismo, un proyecto junto a su marido Agustín Orozco, que ya tiene más de sesenta y seis mil seguidores en redes sociales.

Por María Inés Manzo C. / Fotografía gentileza @vayaconsumismo

Alejandra Kopaitic Aguirre (33), desde el colegio ya sabía que quería marcar la diferencia y dedicarse a una carrera que tuviera un impacto en la sociedad. “De chica siempre me gustó la naturaleza, pero cuando estaba en tercero medio, en el Colegio Saint Margaret´s, tuvimos un ramo que se llamaba Sistemas Ambientales y ahí me cambió la percepción y la importancia de la relación del ser humano con su entorno. Nos llevaron a visitar el estero de Concón, el estero Marga Marga y realizamos muchas salidas a terreno, donde vimos los problemas que tiene nuestro planeta por cómo estamos viviendo”.

Fue así que decidió estudiar Ingeniera en Medio Ambiente y Recursos Naturales en la Universidad Viña del Mar, un camino muy distinto al de su familia y hermanos que habían estudiado Derecho.

Reconocida como Joven Líder P!ensa 2021, por su aporte a la Región de Valparaíso, el año pasado se ganó la Beca Chevening del gobierno británico para estudiar un máster en Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo de la Universidad de Manchester, Inglaterra. Actualmente se encuentra allí, en compañía de su marido, Agustín Orozco, con quien fundó, el 2016, su proyecto de vida @vayaconsumismo. “Tenemos el desafío de visibilizar la crisis climática y ecológica que estamos viviendo, por eso entregamos herramientas para aprender a cuidar el planeta y relacionarnos de manera más respetuosa con los demás seres que lo habitan… hasta que todas las personas tengamos el corazón más verde”.

¡VAYA CONSUMISMO!

“A fines del primer año de mi carrera conocí a Agustín y pololeamos trece años antes de casarnos. Siempre hemos tenido una visión similar y juntos hemos ido aprendiendo. En la casa de su familia tenían huerto, hacían compost y les gustaba la vida al aire libre, el trekking, etc.; con él me fui conectando cada vez más con la naturaleza, a volverlo parte de lo cotidiano. Paralelamente, en mis estudios no quise seguir lo tradicional, pues si bien es una ingeniería, lo que más me gustaba era el estudio de los recursos naturales y cómo nos relacionamos con ellos. Hice una práctica en el Ministerio de Medio Ambiente y también en una minera, sólo para reafirmar que el sector privado no era lo mío”.

¿Siempre te gustó el servicio público?
Sí, tengo esa vocación al igual que mi papá. Por eso mientras estaba en la universidad postulé y me gané la beca española de la Fundación Botín —donde estuve en Estados Unidos en Brown University y luego en España—, para el fortalecimiento de las funciones públicas en Latinoamérica. Fui la primera generación, el 2010, junto a tres chilenos. En total éramos treinta y nueve latinoamericanos y pudimos conocer “desde adentro” el servicio público, las instituciones, cómo estas funcionan, sobre liderazgo, trabajo en equipo, etc. Realmente me encantó.

¿Cómo nace @vayaconsumismo?
Al terminar mis estudios estuve un tiempo viviendo con una amiga en Santiago y ahí me impactó la cantidad de basura que podía generar un departamento. Justo en ese tiempo comencé a trabajar en la Municipalidad de Peñalolén a cargo del programa de reciclaje inclusivo de la comuna y ambos mundos no me cuadraban. Con Agustín veníamos hace rato pensando qué podíamos hacer más allá de “nosotros vivir de manera más sustentable”… usábamos botellas reutilizables, andábamos en bici, tratábamos de evitar los productos plásticos en el día a día. Pero no era suficiente, teníamos que llegar a más gente.

¿Qué hicieron?
Decidimos unir lo que más nos gusta, a mí me encanta la educación ambiental, el comunicar, dar charlas. Y a Agustín, que es psicólogo de profesión, la ilustración y la fotografía. En una reunión con su hermana salió el juego de palabras: ¡Vaya Consumismo!, aludiendo a que estamos consumiendo demasiado, mucho más allá de los recursos que necesitamos. Y por otro lado es una invitación a reutilizar: “Vaya con su mismo contenedor de alimentos, envase, botella, bolsa, cubiertos, etc.”. Creemos que hay que mejorar sí o sí los hábitos de la vida cotidiana e intentar que el impacto del consumo sea el menos posible.

¿Lo primero fueron sus redes sociales?
Sí, comenzamos con Instagram y agregamos un Facebook a petición del público mayor. Allí empezamos a desarrollar contenido desde nuestra experiencia, de lo que íbamos probando y aprendiendo. Fue mucha prueba y error, desde hacer vermicompostaje (técnica de compostaje con lombrices), el uso de reutilizables, cómo reciclar correctamente, hasta recetas veganas o vegetarianas. Empezamos a tener muchos seguidores, varios de los cuales nos pedían dar charlas para sus empresas, instituciones o colegios y, de a poco, se formó una gran comunidad verde. En un momento éramos sólo nosotros y la Fundación Basura Cero, pero hoy vemos felices como se han sumado muchísimos en este movimiento.

Esta es una transformación que necesita la ayuda de todos…
Sí, y no sólo desde lo doméstico, sino que a nivel de empresas, instituciones y gobierno. Este es un proceso lento porque requiere hacer un cambio de hábitos, pero sobre todo de conciencia. Las palabras “sustentabilidad” y “ecológico” están súper manoseadas. Se habla mucho de cuidar el planeta para las futuras generaciones, y desde que yo era chica se “le tira la pelota” a la generación siguiente para que se haga responsable de un problema que es de todos. Lo más alarmante que esa mirada es desde lo económico y no realmente desde los recursos naturales que se siguen sobreexplotando. Los límites planetarios existen y no se pueden seguir haciendo oídos sordos. También es una realidad que la crisis ya está relacionada y afectando a refugiados climáticos, en todo el mundo, que no pueden vivir donde lo hacían.

ZERO WASTE

@vayaconsumismo siguió creciendo y durante un año Alejandra y Agustín se fueron a vivir a Alemania, mientras hacían una Working Holiday. Allí aprendieron mucho sobre el movimiento Zero Waste o Basura Cero, un concepto de vida sostenible, basado en la reutilización de residuos que de otra manera serían almacenados o incinerados. “En ese camino nos dimos cuenta de que toda la información que hablaba cómo llevar una vida más sustentable estaba principalmente en inglés, alemán y francés y quisimos hacer el acercamiento para nuestro idioma”.

Muy interesada en todo este movimiento, al regresar a Chile, Alejandra trabajó un tiempo en Fundación Basura y paralelamente realizó charlas y actividades presenciales con @vayaconsumismo, las cuales no han parado hasta la fecha, aunque hoy son de manera remota. “Volví a la Municipalidad de Peñalolén como coordinadora territorial del proyecto GEF montaña (Ministerio de Medio Ambiente-ONU), un proyecto precioso de conservación de la biodiversidad de la montaña que me permitía también seguir con nuestro emprendimiento. Ahí estuve por más de dos años cuando nos pilló la pandemia, dejé ese trabajo y con @vayaconsumismo tuvimos que migrar totalmente a lo online. Esa también fue mi oportunidad para postular a la Beca Chevening en Inglaterra, que termino a fines de este año”.

¿Por qué crees que hacen la diferencia?
Planteamos la crisis climática con una mirada positiva, proactiva, de que podemos hacer algo, aunque estemos atrasados. Si bien nos basamos en los informes científicos del IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático), que indican que vamos hacia un colapso ecológico mundial, nuestra bajada es más amigable y cercana. Buscamos acciones y ser parte de la solución, no del problema. Eso a la gente le gusta mucho porque se da cuenta de que cada vez se suman más interesados y que en comunidad las acciones sí logran cambios.

¿Qué enseñanza nos deja la pandemia?
Las cuarentenas nos obligaron a estar en casa, a tener tiempo de calidad, a reencontrarnos con la familia y darnos cuenta de la gran cantidad de residuos que se generan día a día, por ejemplo. Fue un punto a favor de la sustentabilidad, de todas maneras. Muchos nos preguntaban sobre compostaje, vermicompostaje, huertos, reciclaje, cocina saludable, entre otros, y creemos que eso va a perdurar.

¿Una recomendación?
El hacerte cargo de tus residuos orgánicos es una forma local, desde tu propia casa, de abordar la crisis climática. Si tus cáscaras de plátano o manzana se van a la basura no se van a compostar solas. En el vertedero o relleno sanitario van a quedar entre otros plásticos, con basura de todo tipo y van generar gases metano de efecto invernadero. Pero si haces vermicompostaje o compostaje, por un lado, generas menos gases y, además, vas a tener abono para tus plantas. El simple hecho de darnos cuenta de que los residuos orgánicos no son basura, sino que un recurso, ya es un cambio enorme. Y ojo, si no te gustan las lombrices o no tienes tiempo hoy existen muchas empresas, a lo largo de Chile, que se dedican a ello y van a retirar tus desperdicios a tu puerta.

¿Y un ejercicio?
Mira tu propio basurero y analízalo: ¿esa botella de vidrio se pudo haber reciclado?, ¿esas cáscaras compostado?, ¿esos envases plásticos evitado? Siempre se puede evitar, reciclar y reparar. El no sacar una bolsa enorme de basura asquerosa, diariamente, realmente provoca una gran satisfacción. Allí aparece el corazoncito verde.

¿Cómo sigue el trabajo desde Inglaterra?
Creamos talleres online con temáticas proactivas, es decir para hacer actividades en la casa. El taller “Vivir la sustentabilidad en tiempos de pandemia” ha sido todo un éxito y un hit del 2020 y 2021, pues involucra no sólo a los participantes, sino que a sus familias. Hoy es una capacitación para empresas, colegios e instituciones dividida en cuatro actividades que se pueden realizar durante un mes. Enseñamos desde lo teórico a lo práctico, por ejemplo, puedes aprender de la crisis climática hasta hacer tu propio desodorante natural sin ningún tipo de químicos.

“Este es un lindo desafío en el que trabajamos constantemente. Ahora, gracias al máster, incluimos nuevos contenidos, como por ejemplo, sobre la mujer y el cambio climático, pues nosotras vamos a ser una de las grandes afectadas. Es muy importante que las niñas se empoderen, pues lamentablemente la crisis tiene cara de mujer… necesitamos más Gretas y no más “bla bla bla” como ella mismo dijo en la Conferencia Juvenil sobre el Clima de la ONU. Como sociedad estamos todos en la misma tormenta, pero no todos en el mismo barco. Ahí cae la justicia climática, la justicia social, que cada día tiene que dejar de ser tabú, debemos educar y visibilizarlo constantemente”.