Andrea del Solar: Puro sentimiento

Con casi una década de trayectoria en innovación social y emprendimiento, Andrea es como un camaleón que se reinventa cada vez que ha sido necesario. Sin miedos ni limitaciones, hoy lidera las exitosas Ferias Arte en la Costa que buscan generar espacios creativos donde conviven pequeños empresarios y gestores culturales, ampliando la oferta desde Antofagasta al mundo.

Por Claudia Zazzali C. / Fotografías por Rodrigo Rodríguez de Creadores, diseño y producción

Escuchar la historia de Andrea (35) es entender que todo es cuestión de perspectiva. Su camino de crecimiento siempre le presenta desafíos, los que enfrenta con una enorme sonrisa llena de inspiración y ganas de seguir avanzando.

Profesora de profesión, artista de alma, mamá de dos y una máquina de hacer ideas, Andrea del Solar está en pleno proceso creativo de un gran proyecto que pondrá en marcha a toda la industria creativa de la ciudad.

“Estoy feliz y ansiosa porque este evento marcará un hito. Durante años he visto y aprendido en distintas partes del mundo cómo equilibrar el uso de espacios públicos para lograr que vendedores y clientes se encuentren, pero que además sean parte de una experiencia cultural, creativa y entretenida”, declara con la sabiduría de quien ha aprovechado al máximo cada aprendizaje.

CREATIVIDAD Y PANDEMIA

Como muchos creadores y gestores culturales, Andrea debió ponerse en pausa desde marzo en adelante. Había retomado su pintura mural y las Ferias Arte en la Costa habían consolidado su presencia en un sector de la costanera antofagastina que hasta ese momento era subutilizado. El COVID y esta pausa obligada fueron como un balde de agua fría para sus finanzas, pero no para su espíritu.

“La verdad es que durante estos meses he logrado reconectarme con mi propia esencia y disfrutar mucho junto a mis hijos. Como no pude seguir interviniendo muros, empecé a hacer cuadritos usando técnicas de lettering y otras que he ido puliendo. Con ellos hice muchos trueques y pude llenar las horas del día con colores y cariño”, nos cuenta.

“No paré de trabajar. Durante toda la emergencia COVID nunca dejé de generar contenido para redes sociales y a través de ellas lograba mantener conexiones entre clientes y emprendedores. Hicimos expos online, catálogos virtuales, presentación de nuevos emprendimientos. Estuve siempre atenta a difundir el trabajo de nuestros socios y socias. No hubo ingresos, pero sí trabajo.

“Uno de los aspectos más positivos dentro del trabajo que desarrollo, tanto en emprendimiento como en innovación social, es la gran cantidad de redes que se van articulando. Y esta época de crisis, contar unos con otros realmente marcó la diferencia”.

¿Una de sus características es el contenido de cada emprendimiento que presentan?
Absolutamente. Yo creo en la economía creativa y sé que los artistas merecen vivir de su trabajo de una manera digna. Por eso nosotros le damos un sueldo a todos los que participan en Arte en la Costa. Cada banda, solista, tallerista o monitor que entrega su arte al público, recibe sus honorarios, como corresponde. Con eso mantenemos una línea de trabajo que entrega confianza y sustentabilidad. Existe un modelo de negocios, una propuesta visual, contenido cultural… es un concepto que espero siga consolidándose.

¿Qué significa que los expositores respeten el concepto?
Esperamos que los productos que se ofrecen no los puedas encontrar en otra parte. Hemos hecho talleres para nuestros emprendedores para aprender juntos estrategias de marketing que nos ayuden a posicionarnos. Queremos artículos ciento por ciento hechos a mano o con intervenciones o con diseño local o adaptados, pero diferentes a lo que se pueda encontrar en el retail.  Pedimos una propuesta de stand, para que los asistentes vivan una experiencia que los saque de sus rutinas.

En lo práctico ¿cómo funciona Arte en la Costa?
Tenemos cien socios permanentes y abrimos las convocatorias dependiendo de los cupos. En los eventos más recientes hemos recibido hasta 300 solicitudes. Cada stand paga una cuota con la que cubrimos los costos y mantenemos la estética de nuestra marca. Es impresionante cómo ha crecido nuestro @arteenlacosta.

¿Cuál es tu sueño detrás de cada Feria?
Me gusta generar una experiencia bien sensorial, con colores, texturas e incluso aromas. Arte en la Costa creció como una marca gracias a todo el trabajo y energía que hay detrás. Yo creo que la clave está en creer en tu propio proyecto. Si generas algo que amas y eres feliz, te vas a preocupar de cada detalle para que todo salga bien y eso va a explotar.

Vas a cumplir diez años desde que empezaste con este trabajo ¿cómo te ves a ti misma?
En desarrollo aún. Yo espero seguir creciendo y avanzando. Hasta hoy he viajado, he conocido, he invertido mucho en mí para entregar a la ciudad una experiencia distinta. Siento que tengo mucho que aportar desde la cultura, generando espacios para que otros puedan también desarrollarse.

Dicen que a los jóvenes les cuesta asumir responsabilidades ¿lo crees así?
No sé si es un tema generacional. Me relaciono con gente muy motivada y sobre todo ahora en pandemia me he vinculado con redes de mujeres, de emprendedores, de gente inspiradora que te hace ver que las cosas hay que salir a buscarlas. No es que te digan que eres bakán… tienes que sentirte bakán, porque tienes todo el potencial de serlo. Solo debes descubrirte.