Montserrat Venegas: Inquieta

Promover oportunidades de crecimiento y colaboración en comunidad desde Antofagasta es una de las motivaciones que dieron origen al Festival Inquiétate, un encuentro para conectar, inspirar y formar a emprendedoras en la reinvención de su negocio digital con foco en su talento. Su directora nos cuenta la génesis de este evento que, durante agosto, nos invita a conocernos, generar redes, creer y crecer.

Por Catalina Aparicio / Fotografías Equipo Inquieta

Monsterrat Venegas no para. Llena de ideas y proyectos, no hay pandemia que la detenga, ni a ella ni al equipo detrás del Festival Inquiétate, evento que debió adaptarse desde lo presencial a lo digital y que a través de diversas plataformas, implementará un programa de formación y networking empresarial, cápsulas creativas y una vitrina para emprendedoras locales en su nueva web. “El principal medio de contacto será nuestro Instagram @inquieta.cl y esperamos que sea todo un hito en el mundo digital, porque a pesar de todos los acontecimientos, seguimos adelante con este evento, gracias al apoyo de SERCOTEC y su programa Redes, junto a un gran grupo de colaboradores que han creído en nuestra iniciativa”.

 ¿Cómo nace el Festival Inquiétate?
La idea del festival surge dentro del contexto de la Escuela de Negocios Inquieta, donde lideramos experiencias formativas para emprender en femenino. Somos una comunidad en donde todas somos aprendices y maestras, en donde crecemos juntas. Nuestros valores son el bienestar, la creatividad, la reinvención y los negocios a partir del propósito, pues creemos que el emprender femenino está estrechamente vinculado al aspecto emocional. Nuestra metodología se basa en tres pilares (formación, comunidad y experiencias) y tres ejes de acción (inspiración a través de encuentros, la transformación a través de cursos y la conexión a través de membresía).

MONTSE, LA IMPULSORA

Montserrat Venegas es de Viña del Mar, donde estudió Arquitectura en la Universidad Católica de Valparaíso. En 2014, después de trabajar en espacios sociales (Techo Chile), culturales y proyectos propios, llegó a Antofagasta como profesional para trabajar en Creo Antofagasta. “Esa primera experiencia me ayudó a crear un vínculo importante con la ciudad y sus personas. En ese entonces impulsé varios proyectos vinculados con formación, creación de comunidades y experiencias en el área creativa. Luego viajé a estudiar a Barcelona y regresé a Antofagasta”.

¿Cómo te empezaste a involucrar en el mundo del emprendimiento?
Creo que desde siempre he tenido un espíritu emprendedor, un impulso constante de crear algo que ofrecer al mundo. Desde niña tenía claro que me movía el área creativa, lo que me permitió impulsar un sinfín de proyectos, productos y servicios que vendía para estudiar, reinvertir o viajar, pero no lo asociaba con el concepto de emprendimiento. Fue durante los años que viví en Barcelona (2016-2018) cuando sentí la necesidad de ordenar mis energías y comenzar un proyecto propio que me permitiera vivir con mis talentos.

¿Y la tendencia a potenciar el mundo de las mujeres?
Vengo de una familia con fuerte liderazgo femenino, donde somos un clan de cinco hermanas y, por ende, la tribu de lo femenino es parte de mi historia. Luego al conocer otras realidades y contextos, donde las mujeres se apoyaban en sus proyectos personales de vida, para conciliar, para apoyar causas y sacar la voz, ese espacio de reconocimiento me hizo aún más sentido. Hoy el llamado a la equidad sigue siendo una lucha en la que hay que avanzar juntas.

¿Cuál es tu conexión con el mundo de los negocios?
En mi familia la tendencia es a surgir mediante la excelencia profesional, más que por negocios, así que mi veta nace desde mi inquietud personal de crear proyectos que me llenaran y a la vez fueran rentables. Ha sido un viaje largo de muchas idas y venidas, pero sobre todo creo que las mujeres emprendemos con una mirada diferente, buscando tanto el crecimiento financiero, como también aportar a otros, a otras, generando cambios positivos en el mundo.

UNA MARCA CON IDENTIDAD

Inquieta nace de la búsqueda de Montserrat de emprender en comunidad. Acababa de llegar de Barcelona donde había terminado un máster en una temática muy diferente. “Me sentía como bicho raro y comencé la búsqueda de un círculo en donde crecer con mis proyectos y a nivel personal, con compañeras de camino que también sintieran ese llamado”, recuerda. “Con el tiempo la vida se encargó de poner cada cosa en su lugar, abrir las puertas y crear las conexiones necesarias para que el proyecto se transformara en lo que es hoy, además de darme las herramientas para avanzar en mi proyecto de marca personal: DISEÑADA”.

Cuéntame el origen
Cuando regresé a Chile, una amiga que vive en Israel y es emprendedora digital, me presentó a Lorena Gallardo (@lorenaempodera), quien comenzaba su Escuela de Negocios “Fundadoras” (@fundadoras ITG). Nunca más dejamos de apoyarnos y trabajar juntas. Gracias a ella desarrollamos Fundadoras Antofagasta, en 2018, que se transformaría en Inquieta; Emprende tu talento, proyecto que confundamos junto a Eden Jofré, diseñadora y experta en experiencias formativas. A base de pulso y mucha energía, en dos años hemos realizado dos programas de formación, capacitando a más de cincuenta mujeres. En el camino más voces se han sumado al proyecto, en el que colabora un equipo de mujeres muy diversas.

¿Cómo lo reinventaron en contexto de pandemia?
El año pasado, un día después del lanzamiento de nuestro programa, comenzó el estallido social y las prioridades se enfocaron en la reinvención. Este año, a una semana de realizar nuestro primer festival, aparece el covid en Chile; y bueno, el resto es historia. Reinvención pareciera ser nuestro lema. Para identificar cómo transformar el proyecto, hemos investigado todos los formatos posibles de festivales digitales, pensando en cómo adaptar mejor la propuesta al contexto local. Ha sido todo un viaje, pero estamos encantadas con el desafío, pues es el salto hacia una comunidad digital que nos permita aprender a emprender desde nuestros hogares, conciliando, con libertad, y llegando a más mujeres.

 ¿Qué opinas de la escasa presencia femenina en puestos ejecutivos?
¡Necesitamos cambios ya! En Chile sólo cerca de un veinte por ciento de las mujeres ocupan cargos ejecutivos, y alrededor de un treinta por ciento ocupa cargos directivos en la gestión pública, lo que es reflejo de una realidad histórica, que requiere cambios estructurales y culturales para avanzar.

¿Estaremos cerca de lograr una nueva mirada en nuestra sociedad?
Cada vez más cerca. Esta es una revolución que está empezando y avanza rápidamente. El cambio será progresivo e implica involucrarnos a todos, a todas, hombres y mujeres, partiendo en casa, sembrando semillas que mañana permitirán construir desde adentro una sociedad con una mirada inclusiva que refleje un cohabitar en equidad.