Ozonoterapia: Medicina Atómica

Mientras Chile se acerca a los diez mil muertos, el número de contagios supera a países como Italia y España, y los expertos analizan reducir aún más la movilidad en las ciudades, los profesionales de la salud están abocados no solo a contener la pandemia, sino al estudio de diversas terapias para enfrentar, de mejor manera, el covid-19 en pacientes positivos. Dentro de las líneas de combate, hace rato que se habla de la ozonoterapia. Para qué sirve, de qué se trata y cómo actúa en el organismo, en estas páginas.

Por Macarena Ríos R./ Fotografías Javiera Díaz de Valdés y gentileza Policlínica Nuestra Señora del Rosario.

El domingo 7 de junio, el doctor Rodrigo Testart participó en un seminario mundial llamado “Ozono y covid-19”, organizado por la Sociedad Peruana de Ozonoterapia. Ese domingo, varios profesionales de la salud de diversas partes del mundo compartieron sus experiencias. Estaban los médicos Lamberto Re, farmacólogo clínico y toxicólogo, pionero en Italia con el tratamiento de la autohemoterapia y Luigi Valdenassi, presidente de SIOOT (Sociedad Italiana de Oxígeno-Ozono Terapia). Estaba el doctor José Baeza, vicepresidente de la World Federation de Ozonoteraphy y presidente de la Sociedad Española de Ozonoterapia. Estaba el doctor Amato De Monte, director del Departamento de Anestesia y Reanimación de hospital Santa María de la Misericordia. Y el doctor Alberto Hernández, coautor del primer ensayo clínico español con ozonoterapia en pacientes covid19, entre muchos otros.

¿A qué conclusión llegaron?
A que el protocolo que estamos usando, que consiste en administrar ozono en la sangre, ha logrado resultados espectaculares en todos los países en los que se ha aplicado. Se llama Autohemoterapia Mayor (AHTM) y consiste en la aplicación de ozono médico en la sangre del paciente. El efecto es que, a las pocas horas, sube la presión de oxígeno alveolar que debe tener un paciente para oxigenar su sangre. Los enfermos con covid tienen dosis tremendas de ferritina en la sangre, que es la que mide el proceso inflamatorio y la acción del virus. Y una vez que realizas el procedimiento, el nivel de ferritina sanguínea baja, al igual que el dímero D, que mide la inflamación que provoca el virus.

OZONOTERAPIA

Hace catorce años, el médico cirujano Rodrigo Testart —anestesista formado en la Universidad Católica de Lovaina, Bélgica— escuchó hablar sobre la ozonoterapia para tratar patologías como hernias de columna. “Siempre he estado con las antenas bien paradas y dispuesto a buscar nuevos tratamientos, nuevas alternativas y nuevas medicinas, así que me interesé”.

Y se puso a estudiar. Tiempo después compró un generador de ozono y siguió documentándose acerca de las propiedades de este gas, que califica como un “súper oxígeno cuya acción médica es impresionante. Es el más potente antiviral, antibacterial y antifungicida existente en la naturaleza. Llevo cerca de tres mil doscientas aplicaciones de ozono en el espacio epidural de la columna en todo tipo de pacientes, incluyendo a deportistas de elite para tratar diversas patologías antiiflamatorias. La ozonoterapia mejora el sistema inmunológico y activa el sistema antioxidante. De eso no hay duda”.

En enero de este año, el doctor Testart comenzó a entregar a sus pacientes aceite ozonizado, como protector inmunológico contra el covid. Asegura que de las cerca de mil personas que están tomando el aceite en estos momentos, ninguna se ha infectado. “Hace dos años y medio comencé a preparar un aceite ozonizado para tratar distintas patologías dermatológicas y digestivas. El aceite de oliva extravirgen es sometido a burbujeo de oxígeno-ozono con un generador de alta potencia. El aceite tiene la capacidad de retener el ozono por largo tiempo debido a los enlaces insaturados de las moléculas oleosas. Aunque las dosis de ozono con Oleo3 son bajas, las mejorías en los pacientes han sido impresionantes”, explica.

Cabe destacar que el aceite ozonizado es una terapia oral, mientras la autohemoterapia es un tratamiento para pacientes en estado grave que se administra vía endovenosa.

“Los médicos dicen que son puras estupideces, que yo soy un charlatán, que no hay evidencia científica. Pero como esta es una enfermedad nueva, no hay evidencia científica de nada, pero curiosamente, respecto al ozono sí hay evidencia. Hay varios trabajos recientes que están siendo publicados. Uno de los primeros fue difundido en Journal of Infectious Diseases and Epidemiology por los doctores Robert Rowen y Howart Robins sobre el coronavirus llamado “A Plausible “Penny” Costing Effective Treatment for Corona Virus – Ozone Therapy”.

El profesional asegura que el talón de Aquiles de este virus, que tiene al mundo de rodillas, es el ozono. “La fisiopatología de esta enfermedad tiene dos elementos que son mortales. El primero es la inflamación, que genera una tormenta de citoquinas que inflaman no solo los pulmones, sino el hígado, el cerebro, los músculos. Y el segundo fenómeno fisiopatológico que provoca son las microtrombosis; aparecen pequeños coágulos en los capilares lo que genera que no llegue el suficiente oxígeno a los órganos. El ozono ataca tres puntos: elimina directamente el virus, termina con la tormenta de citoquinas y con la microembolia, por lo tanto, la mejoría de los pacientes es increíble”.

Actualmente llevo cuarenta pacientes covid tratados con aceite ozonizado, y ninguno entró en ventilación mecánica. A la primera dosis todos sienten inmediatamente un alivio. Y entre las 48 y 72 horas prácticamente no tienen ningún síntoma.

¿Por qué no se ha hecho público?, ¿por qué no se le da un voto de confianza a este tratamiento?
Francamente, no lo sé. Yo pediría a las autoridades de Salud, a los seremis, a los médicos directores de clínicas y hospitales, a los médicos tratantes de las Utis que abran su espíritu, que miren los trabajos realizados. Nosotros estamos perdiendo tiempo y vidas.

EN PRIMERA PERSONA

Alejandra Valladares, técnico en enfermería, treinta y dos años, casada, dos hijas, se contagió trabajando. Fue la primera de un hospital de Valparaíso en contraer el covid-19 dentro de su equipo. A los dos días de cefaleas, comenzó con dificultad respiratoria. Ese día —18 de mayo-— bajó a Urgencias a consultar por sus síntomas. Le dieron licencia mientras esperaba el resultado. El 20 de mayo la llamaron para decirle que había dado positivo. “Ese mismo día me internaron en Cuidados Intermedios. Tenía hipertensión y fiebre. A las pocas horas se fueron sumando otros síntomas: cefaleas intensas, mialgia, náuseas, mareos, dolor de oído y una dificultad respiratoria que iba en aumento”.

Al cuarto día, sus gases arteriales (que miden cantidad de oxígeno presente en el cuerpo) habían disminuido considerablemente y estaba cianótica. La subieron a la UCI donde estuvo seis días. “Estaba más delicada y como seguía bajando el nivel de mis gases me asistieron con oxígeno. No podía bostezar. Estaba en un tope inspiratorio que me tenía respirando en forma rápida por la boca. Ahí, me hicieron llegar el aceite ozonizado que me enviaba el doctor Testart y lo empecé a tomar el miércoles 27 en la noche, por mi cuenta”. Para esa fecha, Alejandra ya había perdido el gusto y el olfato. Durante cuatro días estuvo en “prono vigil” una postura en que al paciente lo ponen boca abajo llamada “modo nadador” que ayuda a expandir los pulmones”.

“Los médicos no estaban de acuerdo con esta terapia; ellos prefieren que sea un cuadro que se maneje de forma clínica, con medicamentos como paracetamol, dipirona y anticoagulantes, porque el covid aumenta el riesgo de presentar trombosis”, explica.

El viernes 29 en la tarde, Alejandra comenzó a recuperar el gusto y el olfato, cedieron la cefalea y el dolor muscular y le sacaron el oxígeno. El sábado 30 le dieron el alta. “Todos quedaron impresionados con mi recuperación. Puedo hablar desde mi experiencia que el aceite me sirvió mucho. Después del miércoles, el cambio fue rotundo”.

Alejandra todavía está tomando el aceite. Y a su marido se lo está dando en modo preventivo. “Hemos tenido varios compañeros que se han enfermado y de todo el grupo contagiado, yo he sido la única que volvió a trabajar once días después de salir del hospital. Sufro de asma y rinitis y ahora ni siquiera he usado los  inhaladores que me recetaron cuando me dieron de alta, porque no tengo ningún síntoma”.

¿Te dio susto volver?
Sólo el primer día, después ya no.

TRATAMIENTO DE APOYO

“El tratamiento mediante ozonoterapia no es un tratamiento específico contra el coronavirus, sino un tratamiento de apoyo, encaminado a disminuir la posibilidad de que los pacientes ingresados sean intubados”, comentaba en abril el doctor José Baeza al medio español Cadena Ser. “El ozono produce una mejora de la oxigenación tanto en pulmón como en tejido periférico y es un excelente antiinflamatorio. La ozonoterapia es una ayuda que consideramos importante porque disminuye el porcentaje de intubaciones. Desde el punto de vista de las experiencias que estamos teniendo, ojalá todos los pacientes con covid-19 recibieran esta terapia. Es una tecnología sanitaria”.

Por su parte, el doctor Alberto Hernández lleva una década trabajando con ozonoterapia, desde que hizo un posgrado en la Universidad de Sevilla. Especialista en Anestesiología y Reanimación y Medicina Intensiva, actualmente trabaja en la Clínica Nuestra Señora del Rosario, en Ibiza, uno de los primeros centros hospitalarios en tratar a sus pacientes con ozonoterapia. “En pacientes covid hemos utilizado la técnica de autohemoterapia, sin efectos secundarios. Los pacientes semicríticos responden rápidamente, en uno o dos días se ven los cambios; los críticos, en unos tres a cinco días”, asegura desde España.

¿Cómo actúa en el organismo?
De varias maneras. Mejora la hipoxia, al fin y al cabo el ozono endovenoso es oxígeno en un 97%. Regula la híper inflamación. Es sabido el uso del ozono en reumatología y traumatología debido a su potente acción antiinflamatoria. En enfermos covid hay híper inflamación pulmonar por lo que el ozono es muy efectivo. Es un protector renal y cardiaco; se ha demostrado un efecto protector de estos órganos en varios estudios. Muchos pacientes infectados fallecen por falla renal e infarto de corazón. El ozono es antiagregante y libera tanto óxido nítrico como prostaciclinas por lo que favorece la fluidez de la sangre. También es un potente desinfectante, se usa para potabilizar el agua en muchos países dado su efecto antimicrobiano. Se ha visto que las proteínas S del virus son necesarias para la invasión de las células, pues sus residuos de cisteína son muy sensibles a la oxidación, es decir al ozono, de ahí que pueda disminuir la carga viral.

Acá en Chile los médicos no lo recomiendan… ¿cómo es la situación en España?
En España estamos en una situación similar. La Agencia Española del Medicamento (AEMPS) nos registró el estudio, dijo que considerarían al ozono como fármaco; rellenamos mil papeles y aún estamos esperando autorización para un tratamiento que cura. Es inaudito que algo que cura no se esté empleando masivamente. Empiezan a haber algunos estudios a nivel mundial. Nosotros hemos publicado unos artículos académicos en Amercian Journal Case Report y estamos pendientes de que nos acepten otro.

“NO QUERÍA COMER”

“Hola, soy Giselle Díaz, tengo treinta y siete semanas de embarazo y estoy con síntomas de coronavirus”. Así empieza el video que Giselle compartió por redes sociales. “Estoy con dificultad respiratoria, malestar estomacal, fiebre intermitente, mucho dolor de cabeza y corporal”, comentaba en un hilo de voz. “Hoy, domingo 7 de junio comenzaré con mi primera dosis e ozonoterapia con Oleo3 (aceite ozonizado)”.

Al teléfono, comenta que tuvo mucho miedo cuando le confirmaron que era covid positivo. “Tuve miedo por mis hijos, sentía que empeoraba cada día y no sabía quién los iba a cuidar si yo caía hospitalizada. Mi papá no los podía recibir, porque su mamá es de alto riesgo. Entonces lo único que pensaba era que me tenía que mejorar”.

El embarazo de Giselle, treinta y cinco años, visitadora médica, tres hijos, era de alto riesgo. Un hipotiroidismo, anemia y dos cesáreas anteriores la tenían yendo a controles al hospital más de lo que hubiera querido. En uno de ellos, se contagió. “No quería comer, no soportaba ni la luz. Pasaba los días acostada en mi pieza”.

Luego de la quinta dosis de aceite ozonizado, Giselle volvió a subir un video. “Hola, no tengo agitación, el dolor de cabeza ha disminuido, al igual que la tos; no hay fiebre. Estoy mucho mejor, me está volviendo el apetito”.

¿Habías oído hablar de la ozonoterapia?
Algo había escuchado. Ese domingo 7 me llamó mi jefa, era mi cuarto día con la enfermedad y me sentía pésimo. Fue ella la que me habló del aceite ozonizado y me preguntó si quería probarlo, porque era un tratamiento bastante efectivo para el freno del coronavirus. Dije que sí y me lo trajo a mi casa. Tenía que tomar 10 ml cada ocho horas. Nunca voy a estar peor de lo que estoy ahora, pensé, así que comencé con el tratamiento. El lunes amanecí mejor, sin tanta dificultad para respirar y conforme pasaban los días, los síntomas disminuyeron notoriamente.

El viernes 12 de junio le hicieron cesárea y el lunes 15 ya estaba de vuelta en casa. Aunque ya no tiene síntomas, sigue tomando aceite ozonizado como prevención. Y no solo ella, también su hija, su hermano, su papá, su abuela y gran parte de su familia.

Acreditado por la World Federation of Ozonotheraphy para aplicar este protocolo mundial de tratamiento de ozonoterapia para los pacientes covid y capacitar a médicos y enfermeras para que puedan aplicarlo a cientos de pacientes, el doctor Rodrigo Testart está en la mitad de una gran cruzada.

“Sé los beneficios que tiene, los he visto. Estamos hablando de medicina atómica. Aumenta la energía de la célula. No solo potencia el sistema inmunológico, mejora la circulación y activa el sistema antioxidante, además, está siendo usado en deportistas de elite como un suplemento alimenticio”, afirma. “Y te cuento algo? Está científicamente comprobado que los glóbulos blancos, cuando tratan una bacteria, en su citoplasma generan ozono para destruirlo. Por lo tanto, el ozono es una sustancia endógena que está en nuestro cuerpo, pero no en cantidades suficientes como para pelear contra el coronavirus”.

“EL ACEITE ME AYUDÓ MUCHO”

“Me infecté el sábado 20 en mi trabajo. En la tarde ya tenía fiebre, dolor de garganta y tos. El domingo comencé con la primera dosis de aceite ozonizado, a petición del Dr. Ignacio Escobar, quien fue profesor mío de Cirugía muchos años, y me habló de sus propiedades. El lunes me desperté sin fiebre. Aunque el martes amanecí con anosmia (sin olfato y sin gusto), los demás síntomas comenzaron a ceder rápidamente. Este es mi noveno día y me siento como si nada. El aceite me ayudó mucho. Se notó una franca mejoría. Yo no entiendo por qué no lo hacen extensivo a todos. Es parte de la medicina misma abrirse a terapias nuevas. Nada está escrito en la medicina, nada es absoluto y todo puede ser”. Dr. Genaro Arriagada, 40 años, médico cirujano Hospital Eduardo Pereira de Valparaíso.