La mejor teleserie

ÉLITE. NETFLIX.

Si se trata del efecto, la tercera temporada de Élite mantiene sus cualidades adictivas intactas. Los ocho capítulos se devoran rápido, tal como ha sucedido con los anteriores. Atrás quedan los conflictos de clase en el exclusivo colegio español de Las Encinas, que marcaron en particular los primeros episodios estrenados en octubre de 2018. El drama se desataba entre los chicos de clase obrera que ingresaban becados a una institución de millonarios que, en giro propio de una vieja teleserie —Élite lo es, una buenísima con gran producción y reparto—, se encargaban de enrostrar en todo momento las diferencias económicas y sociales a los nuevos alumnos.

Las drogas, el sexo en distintas variables con la notoria excepción de las relaciones lésbicas —no así los romances gay y bisexuales—, y las intrigas al por mayor, son ahora el centro absoluto de la trama. Guzmán, el chico rico, se transforma en aliado de Samuel, el chico pobre, en busca de venganza por la muerte de su hermana a manos de Polo, que por su posición privilegiada no recibe castigo.

Como buen culebrón, hay ciertos prejuicios de clase sobre la calidad de los valores que posee cada estamento social. Por otro lado, en este ciclo se critica el uso de las redes sociales, capaces de destruir la reputación de una persona.

Sin ser chovinistas, el carismático personaje de Valerio, un chileno tiro al aire que trafica, embauca y se involucra con quien se le cruce, encarnado por el actor nacional Jorge López, coge gran relevancia. Nada de spoilers, pero se puede decir que Valerio pasa de secundario a uno de los protagonistas. Curiosamente, según declaraciones de López, su rol llegaría hasta acá. Los anuncios de una cuarta temporada para 2021 prometen el ingreso de nuevos personajes mientras sus creadores no descartan que Élite, incluso, pueda cambiar drásticamente de locación.