Casa FOA 2019: Reencanto

Una suma de buenas decisiones, así resumiríamos esta nueva versión de la feria de interiorismo más importante de nuestro país. Los mejores exponentes, propuestas súper jugadas y un entorno sin duda acertado. Casa FOA 2019, imperdible.

Por Carolina Vodanovic/ Fotos Andrea Barceló

Antaño quedó el desolado panorama en el mítico Paseo San Damián. Hoy treinta y siete espacios recreados por artistas, decoradores, arquitectos y paisajistas, dan vida a la cuarta versión de Casa FOA Chile 2019, y el edificio, inaugurado en 1993, recobra protagonismo en manos de los mejores interioristas de nuestro país.

En el recorrido hay de todo. De entrada, grandes y coloridos murales que irrumpen y dan la bienvenida; en el trayecto, añosos liquidámbar, acer japónicos, ginkgo, y otras especies coníferas, que rodeadas de mármoles, cristales, cortezas, piedras y fuentes de agua, permiten a la propuesta de Mauricio Allel, bonsaista, dar calma y servir de antesala para la vertiginosa carga visual que propone cada uno de los siguientes artistas; en el hall central, otro espacio de tránsito, a cargo del diseñador Felipe Hernández, con una lámpara-escultura de madera, metalizada, que se roba la película, “está inspirada en un astrolabio, mapa de los astros, y por medio de esta proyecta el cielo…  aquí resalta la geometría inspirada en el art decó”, comenta.

Así se van sucediendo una serie de pequeñas escenografías o puestas en escena, que si bien deben cumplir con cierta finalidad, quedan a criterio y son el fiel reflejo de sus artistas.

Eduardo Lira, galerista, quiso estar presente, por primera vez, en Casa FOA 2019 y lo hizo desde su mirada. En el espacio 9, art gallery, con un montaje ecléctico donde lo muy clásico conversa con lo moderno y donde las obras de arte se ven rodeadas de mobiliario antiguo, con acabados en mármol, bronce y finas maderas, “quisimos poner en contexto la obra de arte y con ello transmitir que puede ser un factor importante en la decisión de decorar un espacio, mezclando el arte con antigüedades o muebles modernos”. Es así como obras de Roberto Matta —incluso una que tiene escrito un poema, de puño y letra de Nicanor Parra— cuelgan junto a las de jóvenes artistas como Rodrigo Alvarado o Patricio González y se ven realzados con mobiliario de lujo y de gran gusto.

Varias propuestas de departamentos se van sucediendo durante el recorrido. Sumatoria y José Vivanco proponen, en el espacio número 6, un “departamento olímpico para Tomás González”; en el número 10, Pablo Guzmán se la juega y con un estilo ecléctico y una extraordinaria combinación de texturas da vida a un “departamento o taller para un artista”; en el espacio 30 están los ganadores de Casa FOA 2018, Paola Rossi y Cristián Cortez, quienes, con la simpleza y sofisticación del blanco, presentan un “loft para turistas”.

En el espacio 23 hay un joven decorador que con su “modern gentleman suite” arrasó con los premios en esta muestra: Mejor espacio de Casa Foa 2019 (premio Roca) y premio Casa FOA y Roca a la mejor aplicación de producto, Jules Yansen. “Este dormitorio está pensado y creado para un hombre y todas sus necesidades. Partí desde la observación del diseño clásico francés, en contrapunto con la línea de mobiliario moderno industrial, tipo loft New York. Fusionando estos estilos busqué representar la elegancia y el refinamiento de quien lo vivirá, despertando lo sensorial a través de un ambiente íntimo, acogedor y sensual”, cuenta Jules. Porcelanatos negros y de concreto, dan un carácter varonil al dormitorio; los metales del mobiliario aportan una visión vanguardista; se incorporaron, además, telas, cueros y espejos, todo en tonos mate, básicamente gris taupe y chrome green, ambos de Benjamín Moore. Resalta el envigado del cielo que intencionalmente desestructura la propuesta estética de Yansen, un completo acierto.

Justo al lado del dormitorio masculino, está el único rincón de la muestra pensado para niños. Estudio Daarq propuso un espacio donde no sólo se contempla, sino que se interactúa y descubre. “Nos basamos en la intrínseca necesidad del niño de jugar y explorar. Nos inspiramos en un bosque y a través del mobiliario se conforma un relato que explora muro, suelo y cielo, y va generando un recorrido que culmina en un sector de refugio que pretende estar dentro de un árbol. Se desmarca del concepto tradicional de cama y velador, abordamos la temática de una forma mucho más lúdica y experiencial. Estos ambientes comparten un gran mural inspirado en el bosque nativo chileno, donde el niño se va familiarizando con nuestra flora y fauna, rescatando así la identidad local”, explica Débora Santa María.

Otro de los espacios que resultara ganador en esta muestra y que se identifica con un concepto muy en boga hoy en día, el coliving, es la lavandería o laundry de la diseñadora Daniela Fernández. “Todos estamos cohabitando espacios, haciendo los ambientes mucho más integrados y orgánicos. Nosotros quisimos hacer una lavandería como de edificio; siempre que he viajado he visto que las lavandería están mucho más incorporas al resto de los espacios, quisimos sacarles ese aspecto frío, o de paso, y darles calidez y permanencia, que puedas tomarte un café, terminar de lavar tranquila y sentarte a leer una revista, o mandar un email.” La pintura en tonos celeste y ocre ayuda a realzar la calidez del espacio, a eso se suman vigas de pino cepilladas y esculturas de gres de María Cecilia Vargas Darville, todo aporta calidez y encanto al lugar.

En el espacio 20, irrumpe un comedor muy llamativo, en tonos poco usuales, a cargo del diseñador Eduardo Garay. “Cuando comencé a diseñar el espacio, de inmediato me vino a la mente el color azul… luego pensé en la iluminación, quería que el espacio fuera oscuro, así que puse un muro para ocultar las ventanas y empecé a buscar revestimientos que fueran oscuros como el muro de cerámica y el piso de la marca Roca; ahí comencé a diseñar las estanterías y mesas y me puse en contacto con Viio por su gran gama de vidrios de colores, y utilicé los tonos de los muros para dar la combinación al espacio. Me atreví a pintar las plantas de color azul para dar un toque de escultura al espacio. Creo que mi propuesta es arriesgada, pero funcionó, estoy muy contento con el resultado.”

Finalmente, el living vino de la mano de los diseñadores Marcelo Varetto y Felipe Hernández, quienes imaginaron una pareja joven, donde él amaba el diseño contemporáneo y coleccionar autos, mientras que ella, las antigüedades y lo clásico. “Se pensó un espacio que en base a una conjunción de muebles, elementos, materiales, iluminación y aromas, creara una atmósfera envolvente… Los papeles murales con texturas y brillos ayudan a esto, así como los sofás de cuero, los metales cobrizados, dorados y cromado que también aportan lo suyo”, finaliza Varetto.

Imposible describir los muchos rincones que ofrece la feria; sin duda un goce para los sentidos porque no sólo el lugar estuvo bien escogido, sino que los decoradores mostraron lo mejor de sí, y cuando hay pasión el resultado es definitivamente mágico.

 

“Este dormitorio está pensado y creado para un hombre y todas sus necesidades. Partí desde la observación del diseño clásico francés, en contrapunto con la línea de mobiliario moderno industrial, tipo loft New York”,  Jules Yansen.

“Todos estamos cohabitando espacios, haciendo los ambientes mucho más integrados y orgánicos. Quisimos hacer una lavandería como de edificio; siempre que he viajado he visto que las lavanderías están mucho más incorporadas al resto de los espacios, quisimos sacarles ese aspecto frío, o de paso, y darles calidez y permanencia”,  Daniela Fernández.

“Nos basamos en la intrínseca necesidad del niño de jugar y explorar. Nos inspiramos en un bosque y a través del mobiliario se conforma un relato que explora muro, suelo y cielo, y va generando un recorrido que culmina en un sector de refugio que pretende estar dentro de un árbol”, Débora Santa María.