Cáscara Foods: Revalorizando desperdicios

Buscando fomentar la economía circular y el suprarreciclaje, Mateo Rubio y Domingo Chong crearon Azana, el primer regulador de tránsito digestivo formulado con fibra de manzana obtenida de la pulpa de esta fruta. Un producto único en Chile que promueve la salud digestiva de forma natural y que no genera dependencia como ocurre con algunos laxantes.

Por María Inés Manzo C. / Fotografía Andrea Barceló A. y gentileza de www.cascarafoods.com

Revalorizar la pulpa desechada proveniente de empresas productoras de jugos a través del upcycling o suprarreciclaje es la apuesta con que nació el primer producto de Cáscara Foods: Azana. Una solución en polvo que hoy es el único regulador de tránsito digestivo formulado con fibra de manzana que ayuda a combatir problemas de salud digestiva, desde el estreñimiento al colon irritable.

Cáscara Foods se formó como empresa el 2017, pero se ideó como parte de la tesis de tres compañeros de ingeniería comercial de la Universidad Adolfo Ibáñez, de los cuales continúan Mateo Rubio y Domingo Chong. Desde esa fecha no han dejado de investigar y asesorarse con especialistas en el rubro de alimentos, lo que ha dado como resultado un producto innovador, que se encuentra en más de cuarenta puntos de venta en todo Chile, y que ya ha comenzado a cambiar positivamente la vida de sus consumidores.

“Como empresa nos mueve la sustentabilidad en la industria alimenticia. Por eso nuestra visión es instaurar la economía circular como respuesta para los desafíos que estamos enfrentando como sociedad, y dar a entender que la forma en que hoy estamos produciendo alimentos no va a ser suficiente para diez o veinte años más. Incluso hoy ya no es suficiente. Estamos en un mundo en que un tercio de los alimentos termina en la basura y más de un diez por ciento de las personas sufren de hambre severa a nivel global, eso es preocupante”, señala Mateo.

“Este ha sido un trabajo largo de innovación y que requiere un equipo multidisciplinario. Trabajamos concretamente con el Centro de Estudios en Ciencia y Tecnología de Alimentos (CECTA) de la Usach, de donde se integró al equipo Andrea Acuña como ingeniera en alimentos, por ejemplo”, agrega Domingo.

¿Cómo lograron financiar el proyecto?
D: Desde el desarrollo de nuestra tesis buscamos la forma de implementarla captando financiamiento de distintas organizaciones públicas y privadas vinculadas a innovación. El primero que confió en nosotros fue INACAP, y gracias a ese primer impulso pudimos hacer las primeras pruebas y comprar pequeñas maquinarias. Más tarde nos apoyó la Fundación para la Innovación Agraria, CORFO y la incubadora de negocios de la Universidad Católica, con quienes trabajamos hasta el día de hoy.

SUPRARRECICLAJE

“La Organización para la Alimentación de las Naciones Unidas indica que los alimentos, en todos sus tipos, enfrentan desperdicios en toda su cadena de suministros. Lamentablemente en Chile este tema está muy poco estudiado y no existen cifras actualizadas. Pero la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (ODEPA) realizó, el 2012, una medición oficial, específicamente de los subproductos provenientes de la industria del concentrado de manzana, e indicó que solamente en esa industria se generan más de sesenta mil toneladas por temporada. Es decir, en el año son más de cien toneladas de pulpa de manzana que se desechan principalmente en las regiones de O’Higgins y el Maule”, cuentan los socios.

Otro dato interesante es que al momento de hacer un jugo, incluso en nuestra casa, siempre termina un cincuenta por ciento de la fruta en la basura en forma de pulpa o pomasa (nombre técnico de la pulpa), que corresponde a la cáscara, semillas y residuos de jugo pobres en azúcares y proteína.

¿Azana es el primer producto alimenticio chileno que proviene de un modelo de economía circular?
M: Sí, Azana es un producto único tanto en su categoría como en la industria de los alimentos. La verdad es que la economía circular y en particular el suprarreciclaje para el consumo humano es muy incipiente. En el mundo no son más de cinco empresas que están haciendo esto y en Chile somos los únicos. Entonces, es súper atingente a la realidad nacional, porque tenemos la tremenda responsabilidad de hacer algo debido al potencial agroalimentario que existe.

 ¿Por qué decidieron conseguir su materia prima en empresas productoras de jugos?
D: La industria de jugos y de concentrados en Chile está muy desarrollada, al igual que en países como Polonia, Alemania o Nueva Zelanda. Además de ser productores mundiales de manzana lo que nos favorece es que hay una oferta muy grande en el mercado.

M: Trabajamos con varias empresas que poseen harta presencia en el mercado, pero elegimos aquellas que compartieran nuestra visión sustentable y, paralelamente, ven en nosotros un valor a la hora de tener una producción responsable. Más allá de la transacción monetaria buscamos la responsabilidad social por parte de estas empresas, y eso permite un trabajo alineado.

AZANA

Para llegar al concepto de Azana realizaron variadas pruebas con subproductos fibrosos desde la pomasa obtenida de la salsa de tomate, tallos de champiñones, hollejos de uva, remanente del aceite de oliva, entre otros. Además tuvieron que desarrollar su propia maquinaria, pues no había ningún precedente en el mercado chileno para procesar y deshidratar la pulpa de fruta hasta convertirla en una solución en polvo.

“Hoy solo trabajamos con manzana verde, debido a la disponibilidad de las empresas, pues la manzana roja no es tan utilizada por ser estacional. En cuanto a producto final, tienen contenidos nutricionales muy parecidos y hemos hecho prueba en ambas. Pero la manzana verde tiene mayores prestaciones para la producción de jugo porque es de color más claro y de sabor menos dulce, lo que permite que se adapte a combinaciones con otras frutas”.

¿Hay otros formatos además de la solución en polvo?
M: Sí, ya estamos trabajando en otros formatos que hagan más fácil el consumo, por ejemplo, gomitas y snacks de fibra de manzana, pero todo con la misma línea funcional (es decir, que tienen un efecto potencialmente positivo en la salud más allá de la nutrición básica).

¿Es totalmente natural?
M: Así es, la fibra que obtenemos de la pulpa de manzana es cien por ciento natural, es rica en antioxidantes y no tiene ningún tipo de químicos ni preservantes. Además, Azana también está formulada con fibra de achicoria, que tiene la gracia de ser prebiótica, es decir, por su composición es naturalmente un alimento para la flora bacteriana presente en el sistema digestivo.

¿Van a sacar más productos?
D: Sí, lo que buscamos es ocupar esta misma fibra de manzana como ingrediente para distintos tipos de productos, y como Cáscara Foods queremos reinsertar otro tipo de productos y revalorizarlos.

¿Cuáles son sus planes con el mercado extranjero?
D: Estados Unidos, México, Argentina o Brasil son mercados muy interesantes para exportar a Azana como un alimento funcional. También, para más adelante, tenemos pensado explorar frutas de otros países que también tengan ventajas competitivas respecto a la producción y usarlas en nuevos desarrollos.

 SALUD DIGESTIVA

Dos cucharadas de Azana tienen la misma fibra que dos manzanas y media. Se puede consumir disolviéndola en agua, encima del yogur o la avena. Incluso se puede agregar al té, al café, a la leche, a los batidos o cocinar con ella si se está buscando complementar la ingesta de fibra.

También se puede consumir de forma segura por niños, diabéticos y embarazadas (siempre consultando a su médico) y no tiene un límite diario de consumo, pues no provoca dependencia. “En el caso específico de problemas digestivos como el estreñimiento recomendamos tomar Azana en la mañana, en ayunas o como tu primer comida del día. Y complementariamente, media hora antes de las comidas disuelto en un vaso de agua”.

Desde que se formó Cáscara Foods los reconocimientos no han sido pocos. El 2017, la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), además de proporcionales fondos, les dio el premio a Emprendimiento Innovador. Ese mismo año viajaron a Bruselas a representar a Chile en la Cumbre Joven de Agricultura Sustentable. Domingo también viajó a Argentina, por parte de Socialab, para presentarlo como un Proyecto de Desarrollo Sustentable. Y Mateo, el 2018, fue elegido como parte de los Cien Jóvenes Líderes de Revista El Sábado. Además, constantemente los invitan a charlas de economía circular, de alimentación saludable, nutrición, entre otros.

“Para nosotros estos reconocimientos son muy importantes, porque más allá de ser ‘los primeros’ en cuanto a la economía circular en alimentos, la gente nos pregunta cómo lo hicimos. Como empresa estamos conscientes de que no podemos abordar todas las áreas de esta materia. Este es un mercado con una oportunidad gigante y nos encanta mostrar lo mucho que hay por hacer en este ámbito. Siempre estamos dispuestos a ayudar, porque si bien proyectos de reciclaje hay bastantes, el revalorizar los desechos para consumo es algo que recién se está aprendiendo. Por eso buscamos inspirar a más gente para que se sume a este movimiento sustentable que está agarrando mucho vuelo a nivel mundial”.