Sebastián Marino: Full color

Con una colorida colección de accesorios realizados con acrílico —inspirados en la mujer moderna, los elementos geométricos, las flores y filodendros—, el diseñador Sebastián Marino ha sorprendido con una técnica poco utilizada en Chile, fuera del área industrial, y que él le dio un sello completamente artístico.

Por María Inés Manzo C. / Fotografía Andrea Barceló.

Sebastián Marino (31) es de Antofagasta, pero hace seis años se vino a vivir a Viña del Mar para estudiar la carrera de sus sueños: Diseño de Vestuario. No es orfebre y a sus piezas no las llama joyas, pero sus accesorios han llamado la atención en el mundo de la moda, desde pasarelas a rostros de televisión como Connie Achurra, Vanesa Borghi, María José Prieto, entre otras famosas. Centrado en los collares y aros, y ahora último en los prendedores, su propuesta apunta a que el accesorio viene a complementar lo que ya tienes puesto, pero de manera lúdica, atrevida y con color.

“Lo que me atrajo de estudiar Diseño de Vestuario en el Duoc de Viña del Mar fue su enfoque de diseño de autor y emprendimiento, que era justamente lo que quería hacer. Partí confeccionando ropa, pero siempre hice en paralelo accesorios y bisutería. Antes de ello estudié gastronomía y me especialicé en pastelería, lo que me ayudó mucho para trabajar en serie, ser muy ordenado y pulcro; y mientras trabajaba en ello tomé un curso de vestuario con una diseñadora durante un año”.

Al conocer el acrílico comenzó a investigar y averiguar todo lo que podía hacer con él. Tras mucho ensayo y error, logró el producto que quería y el 2017 participó en Pasarela Valparaíso con sus accesorios, pues había estado presente anteriormente con su vestuario. “Luego de exponer mis accesorios de acrílico en el showroom de Pasarela Valparaíso me empezaron a llamar tanto que me di cuenta de que por ahí era el camino. En abril cumplo dos años con mi marca y desde entonces la respuesta de la gente ha sido increíble. Esta técnica es muy difícil de encontrar a nivel nacional y al menos como yo la trabajo no se la he visto a nadie”.

FILODENDROS Y FLORES

“Trabajo por colecciones, una de invierno y otra de verano, y en cada periodo complemento con ciertos productos que fueron los más vendidos, con algunos cambios de colores y tamaño. Para cada colección hago una pequeña investigación de temas que me llaman la atención. Por ejemplo, me gustan mucho las flores y sus significados en distintas culturas. Hay personas que las relacionan con funerales, decoración, alegría, etc. En paralelo a las flores siempre trabajo con muchos colores, formas geométricas y estilos artísticos”.

También usas mucho los filodendros…
Sí, ellos son parte de todo, tanto de la marca y de la decoración en los showroom. He hecho muchos collares y aros. Ahora los retomé para este invierno y pese a que son más veraniegos la gente los pide todo el año. Cuando diseño pienso en las mujeres vestidas de blanco, rojo, azul, blanco, muy simple y básico, pero con “el accesorio” que llame la atención.

¿Hay otro accesorio que siempre mantengas?
Sí, los minis, que son aros pequeños. Son como los salvadores para los cumpleaños o para regalar a las amigas. Los hago de diferentes colores, en formas circulares o corazones.

¿Qué se viene para la colección de invierno?
En abril lanzo mi nueva colección y estoy trabajando corazones, que a las mujeres les gustan mucho; formas básicas como cuadrados y círculos y el tema del ocultismo, pero tomé el concepto de los ojos, las manos y las estrellas. Siempre con mucho color, algo muy alegre y lúdico. Algo similar a lo que hice la vez anterior con el tema espacial y los asteroides. Trato siempre de seguir una línea, no voy a hacer todo negro porque rompe mi estilo.

Esto lo diseñas previamente en el computador…
Sí, hago formas aleatorias con el lápiz de dibujo o también en papel, saco fotos y lo traspaso al programa Ilustrator. Voy modificando y haciendo las formas del tamaño real. Cuando están todas las piezas listas, se van posicionando una sobre otra de forma digital para luego llevarlas al láser e imprimirlas sobre el acrílico. Con las piezas cortadas, después las pulo una a una y están listas para armar.

¿Cómo trabajas el acrílico?
Es muy amplio lo que se puede hacer con acrílico, por eso además de cortarlo con láser en algunos casos lo trabajo con calor y voy dándole forma para curvarlo. También muchos de los detalles sobre las piezas los hago yo. Descubrí que el mismo papel folia, usado habitualmente en lo textil, podía estamparlo en el acrílico, porque al aplicarle calor queda adherido y no se despega.

ATREVIDAS

“Tengo muchas clientas que les gusta lo diferente y que quiere accesorios que no se repitan. En general, son mujeres de profesiones muy variadas, profesoras, abogadas, doctoras, etc., desde los veinticinco años hacia arriba que se visten muy sencillo, pero con zapatillas llamativas, un reloj bonito, carteras atrevidas y buscan el accesorio que las destaque. Mis piezas son limitadas, no hago más de ocho y siempre varía el color”.

¿Vas a retomar el vestuario?
Es mi idea, pero más adelante cuando mi marca esté “andando sola”. Quiero que de mis accesorios salga una línea de vestuario, que sea un complemento, pero con piezas limitadas también.

¿Dónde se encuentran tus accesorios?
Tengo tres puntos de venta fijos: en el Vestidor de Viña, Bazar la Pasión de Valparaíso y Porquetevistes en Santiago. Además de mi Instagram @sebastian_marino y mi web www.sebastian-marino.com, donde cada dos o tres meses hago ventas sale, hasta con un cuarenta por ciento de descuento. Para el público del norte mis productos están en un showroom itinerante por Iquique, Arica, Calama y Antofagasta. Y planeo volver este año a Concepción y Punta Arenas. También durante el año me pueden encontrar en distintas ferias que voy anunciando por mis redes sociales como Mercado Mastica en Santiago o Manos Maestras de Viña, en las que participé el año pasado.

 

“Para cada colección hago una pequeña investigación de temas que me llaman la atención. Por ejemplo, me gustan mucho las flores y sus significados en distintas culturas. Hay personas que las relacionan con funerales, decoración, alegría, etc. En paralelo a las flores siempre trabajo con muchos colores, formas geométricas y estilos artísticos”.

“Tengo muchas clientas que les gusta lo diferente y que quiere accesorios que no se repitan. En general, son mujeres de profesiones muy variadas, profesoras, abogadas, doctoras, etc., desde los veinticinco años hacia arriba que se visten muy sencillo, pero con zapatillas llamativas, un reloj bonito, carteras atrevidas y buscan el accesorio que las destaque”.