Los años dorados del Siglo 21

Por Shila Aldunate

En un un artículo de una revista de modas aparecían una cantidad de personajes famosos que ya habían cruzado los dorados sesenta años, como las “chicas” Madonna, Kim Bassinger, Michelle Pfeiffer, Sharon Stone, cada una de ellas destacadas no tan solo en su profesión, sino que por ser mujeres muy lindas y hasta hoy muy bien conservadas.

¿Los “chicos” Kevin Costner, Tom Hanks, Mel Gibson, Richard Gere, qué tal? Viejitos sesentones y algunos un poquitín más, ¿se dan cuenta que vivimos otra época? Creo que es parte de una generación dorada en el sentido de que ellos han hecho suspirar a hombres y mujeres en muchas décadas. Interesante tema, pues se dice que en Chile, en veinte años más, la población será, en su gran mayoría, de arriba de sesenta años. Un país de tercera edad, donde vendrán cambios a todo nivel en la sociedad, otras necesidades, otros sistemas de vida, grandes desafíos.

Hice esta introducción porque no deja de sorprenderme que nosotras las mujeres hemos estirado tanto “este chicle”, pues en mi tienda puedo estar frente a una mujer de entre sesenta y setenta años que me dice “no quiero nada de vieja”, “no me quiero ver aseñorada”, pero es grande el desafío, porque en temas de moda este tipo de clasificación no existe.

¿Qué es verse joven?, ¿se refiere a una prenda ceñida?, ¿arriba de la rodilla? Y es aquí donde se nos pierde la brújula, porque muchas veces se cree que ser elegante es de vieja, y preferimos vernos “medio desubicadas”, pero jóvenes. A los hombres les pasa lo mismo, de repente veo unos “años dorados” caminando por ahí, con pantalones pitillos y chaquetas una talla menos, la verdad es que me quedo tan confundida que no sé de qué origen es la vestimenta ni quién la porta.

Llego a mi casa y pongo Mujer bonita solo para deleitarme viendo a Richard Gere, sin duda hasta las chicas millennials, suspirarían de verlo tan regio, en todas sus tenidas. Y ella, vestida elegantemente, sin pensar que se vería más vieja, se ve como todas quisiéramos. Les planteo la pregunta: ¿Qué es ropa de vieja hoy?

¡Hasta la próxima!