Reconocer nuestras emociones

Por Pilar Sordo

Llegó septiembre y estamos a tres meses de acabar el año, es por eso que quiero llevarlos a que se hagan las siguientes preguntas: ¿Qué estamos comunicando a través de nuestro cuerpo? ¿Estamos reconociendo nuestras emociones? ¿Qué estamos mostrando a los demás?

 Más allá de lo que muchos dicen; que debemos dormir las horas correspondientes, para que nuestro cuerpo esté bien, que debemos alimentarnos de la manera adecuada (lo más sano posible), realizar actividad física, meditar, etc., etc., etc… quiero llevarlos a ustedes a enfatizar lo siguiente:

Somos seres humanos, tenemos emociones, pero también debemos tener un manejo sobre ellas, y créanme que esto es un trabajo diario, en donde debemos reconocer las emociones dentro de nosotros para poder expresarlas como corresponde en tiempo y forma. Si queremos llorar, reír, sentir rabia, pena o miedo, es completamente algo personal y debemos reconocerlas y saber cómo nos sentimos con cada una de ellas. Es por eso que remarco el “hacernos preguntas”, y no dejar que acabe el día sin saber cómo estamos con nosotros mismos. Sin importar la respuesta a las múltiples preguntas que podamos hacernos (¿Cómo estoy? ¿Cómo me siento? ¿Estoy feliz o triste?, etc.).

Por otra parte, creo que debemos tomar la felicidad como una decisión, no esperar a que los problemas pasen para conectarnos con este concepto, sino que tomar esa decisión con los dolores, angustias, problemas familiares, financieros, etc. Creo que ahora sí seré reiterativa con mis palabras, pero debemos tener fuerza de voluntad. Este elemento se repite en todos los estudios como una constante, pues sin ella no es posible practicar nada de lo anterior.

Finalmente los invito a “confiar” en ustedes mismos y “agradecer” por lo que son, tienen y esperan ser, que se permitan tener un tiempo con ustedes mismos y escuchen lo que les quiere decir su cuerpo.

Que disfruten de estas “Fiestas Patrias”, compartiendo con sus seres queridos, en familia, con amigos, vecinos, compañeros de trabajo. Y que logren expresar lo que realmente sienten, sin disfrazar nada, ya que nuestro cuerpo habla por sí solo. Hasta la próxima…